Búzios es un paraíso también cuando el asunto es la buena mesa, pues reúne restaurantes franceses, italianos, japoneses, tailandeses... En cada uno, sabores y delicias típicas para los más exigentes y variados paladares. La razón de la diversidad es el gran número de extranjeros que vinieron a pasar unos días en el balneario, se enamoraron del lugar y por aquí se quedaron. De sus orígenes, trajeron los adrezos y los secretos que incrementan los platos a base de mariscos – los pescados son la principal atracción de la culinaria local, al final, Búzios surgió como una villa de pescadores y está rodeada de playas por todas partes.
A la hora de la cena, el lugar tradicional de los restaurantes es la Rua das Pedras y su continuación - la Orla Bardot, un bello trecho que va hasta la playa dos Ossos, cuna del pueblo de Búzios. Una idea por ahí es el sonado Bar do Zé que, a pesar del nombre, es un auténtico restaurante en el mejor estilo buziano. Los platos son servidos en mesas cubiertas con manteles de colores, mientras que las velas proporcionan no sólo iluminación, sino también calidez. De la cocina salen risottos como el de camarón con brie, espárragos y aceite de trufas; y pescados – destaque para el cherne con mix de cogumelos -, además de pastas frescas y carnes.
Directo del Oriente
El ambiente Oriental, el Buda Beach Bar ofrece una carta variada y da derecho a imágenes de Buda y cascadas esparcidas por el jardín.
También en la Orla Bardot, en la coqueta Casa da Sereia (Casa de la Sirena), funciona el restaurante Salt. Allí, la arquitectura típica buziana comparte la atención con las mesitas del deck frente al mar y con la carta mediterránea firmada por el chef Ricardo Ferreira. Entre las sugerencias, Risotto de gallina d’angola con especias y pistache. Ahora, para los amantes de la cocina oriental, la indicación es el Atún en costra de ajonjolí, puré de wasabi y col crocante.
Mamma Mia!
La Orla Bardot fue el lugar escogido también por la pizzería y grill Peixe Vivo, instalada en un terreno encima del mar. Por allí, las redondas hechas en horno a leña y las recetas meditrerráneas encuentran una competencia de peso: el lindo paisaje de la playa da Armação.
Merci beaucoup!
En la Rua das Pedras, el sofisticado Cigalon, funciona en la casa donde Brigitte Bardot escogió hospedarse durante su estadía en Búzios, en los años 60. En la mesa, los platos con toque francés llevan la firma de la chef argentina Sonia Persiani. Entre las sugerencias de la casa – y que provocan que la boca se haga agua - están los lagostinos en costa de ajonjolí, hojas verdes y naranjas, seguidos por el badejo con setas y espinaca. Para finalizar con broche de oro, apueste en el crocante de manzanas verdes, crema de almendras y helado de canela.
Sonidos y sabores del mundo
El Pátio Havana impresiona por la arquitectura y decoración, firmadas por Hélio Pelegrino y Sig Bergamin. Son cinco ambientes: whisquería, bodega, salón de billar, patio y bistro. La música en vivo - jazz, blues y MPB - acompasa el espacio, que aún reserva mesitas hacia el mar y un menú completísimo, firmado por el chef Ismael Malafaia.
De los mismos dueños, la Estância Don Juan es generosa en productos argentinos y uruguayos, como las carnes y los vinos. Las noches de martes, el tango se apodera del ambiente.
Para saborear pastas frescas y recetas típicas de la cocina italiana como ossobuco y escalopes de ternera acompañados por risotto, vaya al acogedor Parvati, decorado con fotos de folclóricos personajes de Búzios. Por su parte, la culinaria japonesa llega a las mesas embaladas por música electrónica en el pequeño e informal Captains Bar.
Olvídese de la dieta
A la hora del postre, apueste en los helados de sabores que van mucho más allá del chocolate, crema, fresa... En Mil Frutas, llaman la atención las delicias heladas de chease cake y guayabada con queso. A su vez, en el Sorvete Itália, al menos un nuevo sabor se lanza cada año, cuando el verano se acerca. Después de la orgía gastronómica, basta una placentera caminata por las playas para eliminar las calorías en exceso!
Manguinhos In
Saliendo del circuito Rua das Pedras-Orla Bardot, una excelente alternativa es el Porto da Barra, un espacio anexo a la pescadería de Manguinhos. Instalados sobre un dique de madera entre la playa y el manglar, bares, restaurantes, tiendas de decoración y ateliês se esparcen por el agradable local – perfecto para ir al ponerse el sol o por la noche.
Por allá están el pionero Bar dos Pescadores y el contemporáneo Zuza, comandado por el chef Cristopher Cabicieri. El complejo reúne restaurantes de cocinas variadas como el informal Bar do Mangue, especializado en parrillas. Prácticamente vecino al Puerto funciona el Espaço Domme, un complejo de decoración playera y que reúne el restaurante japonés Kojiki y el Mare, de mariscos.
También en Manguinhos está el restaurante Gisele. Tras pilotear con maestría el Bar dos Pescadores, la chica abrió su propia casa. Los destaques son las delicias que garantizaron la fama de la chef – los empanadas de camarón, las moquecas y el lagostín al vapor. Los sábados, la estrella es la feijoada, ¡requeridísima!
Siguiendo hacia Geribá, la opción es el Farinatta, con delicias del legendario restaurante Quintal. Entre ellas, el Nhoque do Presidente, hecho con camarones, camote y papa inglesa; y el Macaquito, que combina camarones VG con crema de plátanos de cocinar, farofa crocante y arroz.