Rodeada de posadas, hoteles y condominios de lujo, la playa tiene aguas tranquilas perfectas para pasear en piragua, además de costas rocosas para la práctica del buceo con snorkel. No por casualidad es parada obligatoria de los paseos en escuna.
Esta playa es una de las preferidas por los turistas extranjeros – en especial por los argentinos - que encuentran allí buena infraestructura de bares y restaurantes que sirven aperitivos y platos a base de langostas y camarones. Los quioscos están en un estrado, pero suelen esparcir mesas y sillas en la arena – lo que está prohibido.
Si prefiere huir del bullicio que acostumbra apoderarse del ambiente, camine hacia el rincón derecho, un poco más sosegado.