Pequeñita – cien metros de extensión - y tranquila, esta playa de aguas mansas y cristalinas es accesible por el lado derecho de la playa João Fernandes por las piedras o por un sendero con escalones por la montaña.
Las atracciones se concentran en las costas rocosas cubiertas de vegetación nativa que la envuelven, buscadas para la práctica de buceo de snorkel y de caza submarina.
Quioscos rústicos ofrecen bebidas heladas y sillas, mientras los frondosos almendros aseguran buena sombra.