Preferida por los navegadores de veleros y por los adeptos al kitesurf a causa de los vientos que soplan constantemente, tiene aguas calientes y poca profundidad, atrayendo también familias con niños.
Esta playa es una de las más extensas de Búzios, siendo una buena opción para practicar caminata, corrida y paleta – de preferencia al final del día, cuando la puesta del sol asegura un show a parte.
Casas de veraneo, posadas y residencias adornan la playa, que alberga una marina y no ofrece infraestructura de quioscos.