Cercada por montañas y costas rocosas, esta playa es una bellísima ensenada de aguas mansas – ora verdes, ora azules - y arenas finas y blancas.
Los quioscos, sencillos, ofrecen bebidas, aperitivos, sillas y sombrillas, además del alquiler de kayak y SUP (stand up paddle), excelentes opciones para explorar los alrededores.
El acceso es por un camino fácil, a partir del lado izquierdo de la playa de Geribá y se recorre en cinco minutos caminando. En alta temporada, puede ser difícil estacionar.